El consumo frecuente tanto de vitamina E como de grasas monoinsaturadas en las aceitunas negras se asocia con tasas más bajas de cáncer de colon.
Estos nutrientes ayudan a prevenir el cáncer de colon al neutralizar los radicales libres. La función protectora del aceite de oliva también tiene un efecto beneficioso sobre las úlceras y la gastritis. El aceite de oliva activa la secreción de las hormonas biliares y pancreáticas mucho más naturalmente que los medicamentos recetados, lo que reduce la incidencia de formación de cálculos biliares. Una taza de aceitunas negras también contiene el 17% de la cantidad diaria de fibra, que promueve la salud del tracto digestivo al ayudar a mover los alimentos a través del sistema a un ritmo más saludable.
Esto evita que cualquier parte del tracto digestivo tenga que trabajar demasiado y apoya el equilibrio ideal de productos químicos y poblaciones de microorganismos necesarios para un sistema digestivo saludable.